Qué orgulloso puedo sentirme
de vivir y estar en este mundo?
Si la paz es producto de ganar la guerra,
amar un pretexto que conlleva al sexo,
si la belleza sólo existe en bolsas de plástico,
Si para tener tengo que sacarle al otro.

Qué paz puedo tener en mi alma?
Si mi alma fue vendida a un Dios
que metieron de lleno en mi mente
y en mi cuerpo cuando yo nací.

Qué felicidad puedo sentir?
Si lo primero que me enseñaron
fue a sentir miedo.
Lo primero que hice al nacer fue llorar.
Y seguro lloraré
al momento de morir.

Nadie se va feliz de este mundo.
Ni el más creyente se cree la gran mentira
que existe algo mejor que esto
y que vamos hacia allá al morir.

No tiene sentido preguntarnos nada.
Nadie tiene la respuesta.
Y quien dice tenerla está mintiendo.

Nada queda porque nada existe.
Sin embargo
el dolor lo sentimos igual.

A. Jose Maria Pintos.