Soy un fantasma entre las gentes,
un espejismo que renace cada día.
Soy un suspiro detenido en el camino de los sueños,
espejo de luces;
flores en el desierto.
Camino por mi mundo atravesando mundos
y veo despertar de ángeles y demonios,
inocentes y culpables, en esferas de tiempo y conciencia.
Soy el eco absurdo de mi voz
cuando la lluvia arrecia y estalla el trueno.
Soy un nombre entre los nombres
para ser pronunciado en el silencio de la espera.
Soy paisaje en tus ojos
cuando se vacían de imágenes y dibujas fantasías.
Soy un fantasma entre las gentes,…
para nacer vivo
entre los juegos de un demente.
A. Jose Maria Pintos.
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