No puedo amarte
con la lluvia a mis espaldas.
Tampoco nombrarte
si la nieve golpea
el cielo en mi ventana.
No puedo cantar el azul trueno
con ráfagas de sol
soplando en mi garganta.
Pero sí puedo callarme y contemplarte
aplaudir con mi mirada
tu sonrisa
de hada enamorada.
Mago entre tus juegos,
dueño de darme entero.
Tan simple como cuando la lluvia cesa,
tan inmenso y bello
de no saberme
enteramente cuerdo.
con la lluvia a mis espaldas.
Tampoco nombrarte
si la nieve golpea
el cielo en mi ventana.
No puedo cantar el azul trueno
con ráfagas de sol
soplando en mi garganta.
Pero sí puedo callarme y contemplarte
aplaudir con mi mirada
tu sonrisa
de hada enamorada.
Mago entre tus juegos,
dueño de darme entero.
Tan simple como cuando la lluvia cesa,
tan inmenso y bello
de no saberme
enteramente cuerdo.
A. Jose Maria Pintos.
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