Yo sé de tu espera,
tan cargada de días,
tan rociada de lágrimas.
Sé de tu anhelado abrazo
que parta el momento
y embriague el deseo.
Veo desde mi lejana tierra,
cómo sostienes la copa
que espera brindar
el comienzo
de tu esperado sueño..
No abrigues la duda.
Él te ha visto en la distancia,
sentido tu parpadear
de cansancio contenido.
El viene con las nubes,
las lluvias y el sol.
Él es a quien tú esperas.
No te duermas.
No cierres los ojos.
No esperes dormida.
No lo hagas un sueño.
tan cargada de días,
tan rociada de lágrimas.
Sé de tu anhelado abrazo
que parta el momento
y embriague el deseo.
Veo desde mi lejana tierra,
cómo sostienes la copa
que espera brindar
el comienzo
de tu esperado sueño..
No abrigues la duda.
Él te ha visto en la distancia,
sentido tu parpadear
de cansancio contenido.
El viene con las nubes,
las lluvias y el sol.
Él es a quien tú esperas.
No te duermas.
No cierres los ojos.
No esperes dormida.
No lo hagas un sueño.
A. Jose Maria Pintos.
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