Vivimos un tiempo de cambios tan significativos y tan profundos, que apenas podemos darnos cuenta de su magnificencia e importancia.
Un cambio de separación, y de unificación, de sentimientos y conciencia plena, de realidades e ilusiones.
Cambio es transformación. Es ESO que estamos sintiendo muy adentro y que todavía no podemos entender.

Es poder ver un universo en una gota de luz, la creación en una palabra aparentemente mal escrita, las emociones en un color arrojado al vacío del azar.

Estamos a las puertas de transformarnos como humanidad.
De dejar lo que fuimos, lo que somos, y lo que "algunos" serán.

Mil ventanas de luz se conjugan en un verso de posibilidades.
Nacen nuevas estrellas en un firmamento que aún no vemos, pero que sabemos que está allí, en ese lugar que esperamos encontrar.

Nos miramos en los viejos espejos y ya no nos reconocemos.
Y que nuestro tiempo ya ha superado el tiempo de esa imagen que vemos reflejada.
Lejana. Como irreal a lo que ahora surge como sentimiento.
Confusión.

Ya no siento el piso bajo mis pies.
Me lo dijeron. Me dijeron "no hay realmente un piso bajo tus pies".
Tampoco hay un cielo.
Ahora el cielo se abre desde mi interior.
Comienzo a ver, atravesando campos de formas, colores y momentos.
La verdad se presenta como una sorda melodía que abanica sus notas en colores de papel.

Todo se mezcla y forma nuevas ideas que aún no alcanzo a comprender.
Pero ya soy parte de ellas.
Ni siquiera necesito esperar.
Este es el cambio.
Esto somos tú, yo, ellos, todos.
Somos aquellos
que empezamos a despertar.

A. Jose Maria Pintos.

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