No creo en la palabra
de quien busca adeptos
al hablar.
O de quien sale a brindar ayuda
donde no se requiere su presencia.
No creo en un dios
que necesita ser alabado,
que juzga o castiga,
No creo en la PALABRA
que necesita ser oída
o repetida para tener valor.
No creo en la limosna,
ni en la recompensa,
ni el azar.
No creo en la mentira,
tampoco en la verdad exhibida,
no creo en silencio impuesto,
como tampoco creo
que haya que decir algo más.
de quien busca adeptos
al hablar.
O de quien sale a brindar ayuda
donde no se requiere su presencia.
No creo en un dios
que necesita ser alabado,
que juzga o castiga,
No creo en la PALABRA
que necesita ser oída
o repetida para tener valor.
No creo en la limosna,
ni en la recompensa,
ni el azar.
No creo en la mentira,
tampoco en la verdad exhibida,
no creo en silencio impuesto,
como tampoco creo
que haya que decir algo más.
A. Jose Maria Pintos.
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