Me imagino tan quieto como la nada,
tan silencioso como el olvido,
tan perenne como la esperanza.
tan silencioso como el olvido,
tan perenne como la esperanza.
Me imagino de pie,
parado frente a los cirros,
contemplando sin mirar el cielo
más allá del mismo infinito.
parado frente a los cirros,
contemplando sin mirar el cielo
más allá del mismo infinito.
Me veo subiendo escaleras,
escalando cerros,
trepando montañas
de águilas por nacer.
escalando cerros,
trepando montañas
de águilas por nacer.
Me imagino viendo el silencio
de una tormenta olvidada
en tu rostro,
con lluvias al amanecer,
y estepas floreciendo en tu piel.
de una tormenta olvidada
en tu rostro,
con lluvias al amanecer,
y estepas floreciendo en tu piel.
Sonrío como un niño sin voz,
hasta que explota la risa
y se amedrenta el verano.
hasta que explota la risa
y se amedrenta el verano.
Soy jugo en tu piel de enero,
néctar de flores
vaciando tu sed.
néctar de flores
vaciando tu sed.
Soy pulido espejo
pintando tus ojos
viéndote crecer.
pintando tus ojos
viéndote crecer.
Y me imagino contigo
en algún tiempo lejano,
como el de hoy quizá
donde no nos hemos olvidado.
en algún tiempo lejano,
como el de hoy quizá
donde no nos hemos olvidado.
Y nacemos como entonces
empeñados en amar.
empeñados en amar.
A. Jose Maria Pintos.
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