Una niña sonriendo
tendió inocentemente su mano hacia las estrellas.
-Son mágicas.-Se dijo a sí misma.
Una estrella entreabrió los ojos y sonriendo le dijo:
-No, sólo somos luces. La magia la pones tú.
tendió inocentemente su mano hacia las estrellas.
-Son mágicas.-Se dijo a sí misma.
Una estrella entreabrió los ojos y sonriendo le dijo:
-No, sólo somos luces. La magia la pones tú.
A. Jose Maria Pintos.
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