No le debo nada a la tierra.
Lo que soy
ella me lo ha prestado.
Lo que soy
ella lo tomará
sin que yo se lo devuelva.
No le debo nada al tiempo,
tengo edad
de saber que no he vivido
tanto como para decirlo.
El tiempo que se me ha dado
será el tiempo que habrán quitado.
No le debo nada a mi cuerpo,
pues él es libre
de vivir como se le antoje.
Sólo soy dueño
de quererte desde adentro,
donde nazco,
donde muero,
donde abrigo mis recuerdos
de amarte sin tierra,
sin tiempo y sin cuerpo.
De amarte como soy por dentro.
Lo que soy
ella me lo ha prestado.
Lo que soy
ella lo tomará
sin que yo se lo devuelva.
No le debo nada al tiempo,
tengo edad
de saber que no he vivido
tanto como para decirlo.
El tiempo que se me ha dado
será el tiempo que habrán quitado.
No le debo nada a mi cuerpo,
pues él es libre
de vivir como se le antoje.
Sólo soy dueño
de quererte desde adentro,
donde nazco,
donde muero,
donde abrigo mis recuerdos
de amarte sin tierra,
sin tiempo y sin cuerpo.
De amarte como soy por dentro.
A. Jose Maria Pintos.
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