Dividiste mi cuerpo en estrellas,
entre fuegos que no son luces.
Mil cornetas, un bramido,
el estallido, juegos de guerra
entre hombres que aún son niños.
entre fuegos que no son luces.
Mil cornetas, un bramido,
el estallido, juegos de guerra
entre hombres que aún son niños.
Cien soldados, mil destinos.
Esta historia no tiene sentido.
Esta historia no tiene sentido.
Aún se huele el olor a sangre
donde la pólvora quemó mi carne.
Ya ni siquiera recuerdo mi nombre.
Sólo sé que fui un caído.
donde la pólvora quemó mi carne.
Ya ni siquiera recuerdo mi nombre.
Sólo sé que fui un caído.
A. Jose María Pintos.
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